Cómo actuar

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Factores detonantes de la anorexia en los adolescentes

Factores precipitantes de la anorexia son aquellos acontecimientos estresantes que aparecen en la vida de una persona y que dan lugar a cambios como por ejemplo:

La pubertad considerada como una situación de crisis evolutiva, de cambio biológico en la vida de un joven adolescente. Puede ocurrir que exista un rechazo o que no logre adaptarse a ellos con plena satisfacción, provocando un malestar psicológico.

Las relaciones sociales: la separación de sus familiares o las separaciones de los padres la relación con sus padres. Las primeras relaciones con el sexo opuesto, los primeros contactos sexuales, el matrimonio, la separación sentimental o matrimonial.

Exigencias profesionales: el cambio a Institutos o Universidades con el consiguiente cambio de amigos, moverse en situaciones competitivas, un nuevo trabajo, ascenso laboral, tensiones laborales, paro. La necesidad de tomar una decisión importante en las relaciones personales, estudio o trabajo. Cualquier demanda que sea percibida como por encima de las propias capacidades de respuesta de la persona.

- La muerte de un ser querido.

- Haber sufrido abusos físicos o psicológicos.
Fuente: INJUVE

La anorexia y los adolescentes

La anorexia nerviosa se caracteriza en los adolescentes por el rechazo a mantener el peso del cuerpo en los valores mínimos normales.



Las causas de la anorexia en la adolescencia




Cómo la familia puede ayudar al adolescente con anorexia

Cuando la familia se da cuenta del problema, puede ser que no le resulte fácil acercarse y prestar ayuda a la persona que lo sufre porque en ocasiones es la propia persona enferma quien dificulta este acercamiento, quien se niega a recibir ayuda por no admitir el problema, o tal vez por un miedo horrible a no saber qué pasará si deja de actuar como lo hace.

Una forma de acercarse es mejorando la relación.
Para ello a las familias les puede ayudar plantearse primero cual es la relación actual que tienen con sus hijas/os:
 
¿Cuál es el estilo de relación?
¿Ha cambiado el estilo de la relación con la enfermedad?
¿Qué hay de satisfactorio e insatisfactorio en la relación?
¿Cuáles son las expectativas que tienen respecto a la relación?
¿Son recíprocas esas expectativas?
Cuando las expectativas de la relación no coinciden ¿aparecen las disputas?
¿Qué cambios favorecen la mejora de la relación de la familia con su hija/o?
 
Las familias asocian la buena relación con la buena comunicación y con expresiones de afecto.
 
La comunicación se valora como un elemento fundamental de una relación satisfactoria y se valora tan importante el proporcionarla como el recibirla. Por ello los cambios irán en esa dirección considerando importante:
 
- contar y que te cuenten
- escuchar y ser escuchado
- recibir y mostrar afecto
- reconocer y elogiar los méritos de las personas y ser reconocido.
 
 
Cómo ayudar a los jóvenes con anorexia1. Identificar el problema e informarse sobre estas enfermedades.
Es importante conocer la enfermedad en sí y como afecta a la persona que la padece, a sus pensamientos, sentimientos, personalidad, y forma de comportarse. También es importante que reciban información sobre el tratamiento médico y psicológico. La información ayuda a disminuir la ansiedad que provocan los interrogantes y las dudas y a reducir sentimientos de culpa o fracaso.
 
2. ¿Dónde informarse? La familia puede acudir a profesionales expertos en el tema en los Centros de Salud y a Asociaciones de Familiares de Trastornos de la alimentación.
 
3. ¿Cómo informarse? A través de bibliografía, Charlas, Grupos de padres, o cualquier otra actividad realizada por profesionales.
 
4. Proponerse unos objetivos de intervención en la relación con la persona enferma y durante el tratamiento.
Fuente: INJUVE


Como padres como actuar frente a la Anorexia y la Bulimia


Los no
• NO sentirse culpable. No hay padres perfectos, pero sí bienintencionados. Los problemas familiares son sólo una parte de la historia de un trastorno de la ingesta, y demás en cualquier caso, lo pasado es pasado. Lo importante es saber lo que puedes aportar para ayudar a tu hija / o.
• NO permitir que la comida sea un arma.
• NO permitir que preocupación por el problema de tu hijo /a le reste atención a tu matrimonio y a tus otros hijos. Hacer que el trastorno sea el centro de atención refuerza y prolonga el problema.
• NO compadecer a tu hija /o. Demuéstrale comprensión, pero no la sobreprotejas. Necesita oportunidad de ser responsable e independiente.
• NO permitir que sea él /ella quien dictamine horarios y actividades de la familia.
• NO intercambies roles con tu hija/o.
• NO dejarse manipular.

Los sí
• Demostrar a través de actos y de palabras que se la quiere y se la respeta, pero asegurándose de que entienda que tu vida también es importante.
• Darle la oportunidad de tomar responsabilidades en la medida que esté preparada /o (sin presionar prematuramente)
• Combatir el perfeccionismo.
• Tratar de ser paciente y tomar cada día como se presente. Recuperarse de un trastorno de la ingesta lleva su tiempo, si pones toda la concentración en el día que esté recuperado /a, el tiempo parecerá más largo.
• Reconocer y respetar sus ideas e ideales aunque difieran de los tuyos. Hablar con él / ella a cerca de las diferencias, pero tratándolo / a como a un adulto con el que se cambian impresiones.
• Buscar apoyo en tu pareja o en un familiar o en un amigo cercano. Es bueno poder hablar con alguien de la preocupación o de los sentimientos que acarrea el hecho de tener un hijo /a presa de un trastorno de la ingesta.
• Los padres deben mostrarse unidos.

¿Cómo ayudar a una persona con anorexia o bulimia?

Es importante ser honesto, directo y comprensivo. Siéntate y explica exactamente lo que has notado, sin ahorrar detalles. Dile a la persona que estás realmente preocupado por lo que pasa. Dile que te importa y que te gustaría ayudarle. Puedes decir, "me parece que quizás tengas un desorden alimenticio o problemas con la comida". No la acuses, condenes ni le hagas confesar. Apóyale, pero no intentes ser su terapeuta.
Sugiere ayuda profesional. La mayoría de la gente responde mejor a las opciones. Puedes ofrecerle algunas: ¿Porqué no llamas a Alabente? "Podrías obtener más información en un grupo de ayuda mutua", o "Podrías pedir hora al dietista". Ofrécete a acompañarle para obtener ayuda.
Si se resiste a ser ayudado o niega el problema, es posible que no esté preparado para admitir que tiene un problema de anorexia o bulimia. No le ayudes a negarlo con tu silencio. Habla de las cosas que observas y que te preocupan. No puedes obligarle a buscar ayuda. Sin embargo, puedes indicarle a dónde puede dirigirse o llamar para pedir información; puedes incluso sugerir que empiece por hacerse un examen médico. Reafírmale que estás dispuesto a hablar del problema, pero sólo si quiere y en el momento que considere oportuno. No te pelees con él /ella por el tema de la comida o del peso.
Los amigos bien intencionados, los compañeros de habitación y los miembros de la familia tienden a implicarse demasiado en los problemas de la persona con anorexia o bulimia. Recuerda que los trastornos alimenticios se centran en temas de control y si intentas controlar a la persona enferma, siempre ganará. No intentes manipularla con sobornos, recompensas, castigos o culpabilidad. Ninguna de estas tácticas funciona. El apoyo es la clave.
Tanto si la persona está en tratamiento como si no, no cometas el error de intentar cambiar su comportamiento. Que sea ella quién lo haga. Es la única que puede cambiarlo. El cambio no será de la noche a la mañana. Si te implicas en exceso, puedes enfadarte y acaba quemándote.
Esto es todo lo que puede hacer un amigo, aunque sea frustrante. Sólo no podrás conseguir que la persona se cure y no debes asumir esa responsabilidad tú sólo.
Si consigues que la persona se responsabilice de su comportamiento mientras la tratas con dignidad y comprensión, es mucho más probable que ésta busque ayuda e inicie el cambio.
(Traducción y adaptación de un texto publicado por el Equipo de Educación para la Salud, de la Universidad de Carnegie-Mellon USA)

Pautas de comportamiento familiar con la anorexia o la bulimia

La familia tiene que evitar temas de conversación relacionados con la comida, el aspecto físico de la paciente o la salud de la misma. Son temas que se tratan en el grupo terapéutico.
Los padres son las personas que deciden los menús diarios, deben abstenerse de preguntar al paciente su opinión sobre este tema.
Ignorar los comentarios o protestas de la paciente, respecto a cantidades o contenidos antes, durante y después de las comidas.
Procurar variar los menús, para que la paciente esté mejor nutrida y evitar que pueda acogerse a determinados alimentos que pueda llegar a ritualizar.
Si existen diferencias de opinión entre los miembros de la familia (respecto al trastorno), discutirlos fuera de la presencia del paciente, o posponerlo para plantearlos en el grupo terapéutico de familias o ante su terapeuta.
Alabente. Tenerife.

La bulimia nerviosa en los adolescentes

La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad o atracones donde la persona come en poco tiempo una gran cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de personas comerían.
Estos episodios son seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como son el vómito provocado, el abuso de fármacos laxantes y diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio físico excesivo, para evitar engordar ya que tiene un miedo horrible a ganar peso porque su autoevaluación se encuentra excesivamente influida por la silueta y el peso corporal.

Efectos físicos y psicológicos de la bulima en los adolescentes
En la bulimia las complicaciones físicas suelen ser el resultado de la conducta alimentaria y de las purgas dándose con frecuencia las irregularidades menstruales y amenorrea.
La complicación cardiovascular más importante es la pérdida de potasio a través de los vómitos o por el abuso de laxantes provocando importantes alteraciones en el electrocardiograma con nefastas consecuencias.
Al producirse el vómito, el ácido que le acompaña actúa sobre el esmalte dental pudiendo resquebrajarse o parecer carcomidos; también aparece una dilatación gástrica con el riesgo de rotura de estómago por las abundantes comidas o por el gran esfuerzo que se produce al vomitar; u otras complicaciones como esofagitis, úlceras, hemorragias e incluso perforación del esófago que en alguna ocasión puede llegar a causar la muerte. El uso habitual de laxantes puede producir alternancia de diarreas y estreñimiento y una dependencia a este tipo de fármacos que hace mucho más difícil el abandonarlo.

Como resultado de las purgas, los desequilibrios electrolíticos pueden a veces llegar a causar problemas médicos graves.
En la bulimia la persona desarrolla una imagen corporal negativa y errónea. Nunca aprueba su cuerpo, tiene una preocupación excesiva y desproporcionada por su figura. En general siempre está muy insatisfecha consigo misma con un gran sentimiento de culpa por todo lo que hace y con una autoestima muy baja.


- Los pensamientos son negativos, exagerados, en términos absolutos, generalizaciones excesivas, siguiendo la idea de todo o nada sin permitirse términos intermedios.

- Puede aparecer alteración de la impulsividad, gran inestabilidad emocional, dependiendo mucho de la opinión de los demás, llegando a tener en algunas ocasiones ideas de agredirse a sí mismas o de suicidio cuando el trastorno se agrava.

- Desarrollan ideas obsesivas relacionadas con la comida fundamentalmente y ello les provoca muchos momentos de gran ansiedad.
La personalidad del adolescente con bulimia nerviosa
En la anorexia puede aparecer un Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo o Trastorno por evitación.

La persona con bulimia se caracteriza por su mayor sociabilidad y tendencia a actuar de forma impulsiva y descontrolada. Correspondiéndose con estos rasgos aparece con mayor frecuencia un Trastorno de personalidad límite o Trastorno de personalidad histriónico


Los educadores y la prevención de la anorexia

La información no es suficiente para la prevención de la anorexia. La información tiene que ir acompañada de formación, de cambio de actitud y de cambio de conducta.
La prevención de la anorexia, bulimia y obesidad, consistiría en proporcionar al niño, a lo largo de su formación, una información adecuada en cuanto a la educación relacionada con los hábitos alimentarios. Debe recomendarse:- No excluir alimentos, ya que no existen alimentos que engorden o adelgacen, sino que los alimentos son un conjunto de diferentes nutrientes necesarios para que el organismo funcione bien


- Variedad en la dieta: la dieta es más saludable para el organismo y más recomendable para mantener peso, cuanto más variada sea.


- Un mínimo de tres comidas diarias, y saber que lo recomendable según los nutricionistas son entre cinco y seis.


- Mantener unos horarios estables para comer.


- Mantener la comida como un acto social, como una ocasión de diálogo con familia o amigos.


- Discutir ciertas ideas y actitudes relativas a la alimentación y al cuerpo que son difundidas diariamente por los medios de comunicación.


- Practicar ejercicio de forma saludable: el ejercicio físico alarga y mejora la calidad de vida y ayuda mucho a mantenerse en forma. Es recomendable dejarse aconsejar por los profesionales y elegir la actividad física o deporte adecuado y el tiempo indicado para cada persona.
Prevención de la anorexia en los adolescentesEs importante para prevenir estas enfermedades proporcionar al niño una formación adecuada de los factores de protección, es decir, proporcionarle los recursos y cualidades con las que pueda enfrentarse a la vida y a todas las dificultades que ella conlleva. Estos factores de protección, consistirían en:


- Promocionar al máximo la autoestima en el niño y a lo largo de su adolescencia


- Enseñarle a valorar la salud.


- Motivar el afán de logro.


- Potenciar la autonomía y responsabilidad.


- Favorecer las relaciones interpersonales.


- Fomentar y reforzar la conducta adaptada.


- Educar en los valores.


- Dar modelos de conducta adaptada.


- Facilitar la participación en actividades escolares y extra-escolares.


- Mejorar las relaciones familiares, aumentando las relaciones satisfactorias, aumentando la comunicación, facilitando la expresión de sentimientos de afecto, promover la cohesión familiar, reconocer y elogiar el esfuerzo, motivar a crear proyectos y a confiar en ellos mismos. El potenciar todos estos factores va a ser una de las garantías de que la salud mental de los adolescentes quede fortalecida y que el impacto de las situaciones difíciles y estresantes, en cuanto a su relación con el entorno, sea menor y su forma de enfrentarse a ello sea más adaptada.


La tarea de prevención, es decir, informar y formar, es tarea de todos: de los padres, de las escuelas y de los profesionales.
Fuente: INJUVE

Cambios en la familia del enfermo de anorexia

Cambios en la comunicación entre los padres y los hijos o hijas anoréxicas.
- Lenguaje racional: utilizar un lenguaje con el que expresen la situación tal como se da en la realidad, sin introducir exageraciones y que tenga en cuenta los diferentes matices.


- Estilo asertivo: expresar con respeto lo que se quiere decir y transmitir con un tono de voz adecuado, hablando con la mayor tranquilidad posible, saber escuchar y, ofrecer posibilidades de solución satisfactoria para ambas partes a los problemas que se encuentran en sus vidas cotidianas y en su relación.


- Provocar momentos satisfactorios en las relaciones con sus hijos/as con actividades con las que ambos disfrutaban como ir de paseo, ir de compras, tomar un café, charlar de temas de interés, aumentar los comentarios positivos, expresar elogios por cualidades positivas que ven en ellas/os y aumentar las expresiones de afecto y emociones positivas que sienten hacia sus hijas/os.
Tratamiento de la anorexia en la adolescencia

Tanto la anorexia como la bulimia nerviosa, son consideradas desde una perspectiva multidimensional que incluye factores físicos, psicológicos, familiares y socioculturales, que interactúan entre sí tanto para desencadenar la enfermedad como para mantenerla.
El tratamiento requerirá también una intervención multidimensional incluyendo un tratamiento médico, psicológico y familiar. El tratamiento consistirá en ir introduciendo cambios para conseguir una mejora en sus trastornos físicos, psicológicos y en las relaciones interpersonales familiares y sociales.¿Qué cambios se requieren por parte de la persona para salir de la anorexia o la bulimia?
- Aceptación de la enfermedad.
- Aceptar cuidar su salud.
- Aceptar ayuda y tratamiento tanto médico como psicológico, que le permitan restablecerse físicamente y le ayuden a cambiar sus pensamientos y comportamientos que tanto le perjudican.
- Esforzarse en introducir cambios para ella misma como persona, cambios que le ayuden a mejorar sus relaciones interpersonales, a afrontar y resolver problemas de la vida, en la forma de hacer proyectos, en sus habilidades sociales y competencia social, en la confianza en sí misma, en el aumento de su autoestima y con más seguridad en el medio que la rodea.


El tratamiento de la anorexia
Pero el hecho de haber tomado la decisión de dejar las conductas características de los Trastornos alimentarios, y someterse a tratamiento, no significa que se ha alcanzado el éxito definitivo. Es más bien, un proceso continuo que conduce a un cambio de comportamiento y de actitud.


En todo ese proceso de cambio, no sólo influyen sus pensamientos, también influirá qué información le va llegando del medio, del tratamiento y de su familia. Todos nosotros: los profesionales, los padres y familiares, el entorno y la propia persona, formamos parte de ese proceso y de ese camino hacia el éxito del tratamiento y de la mejoría de la persona.
¿Qué hacer ante un tropiezo en el tratamiento de la anorexia?
Dentro del proceso de tratamiento, que es lento y gradual, a medida que se van aprendiendo y poniendo en práctica los cambios, puede ocurrir que aparezcan de forma intrusa esos pensamientos con respecto a la comida y a su cuerpo que han acompañado durante años a la enfermedad.


Hay personas que sucumben a estos pensamientos y aparecen las recaídas, iniciando así el camino difícil de los episodios recurrentes y de la cronicidad de la enfermedad. Otras en cambio, se inclinan a pensar en lo aprendido y ahora saben que tienen un mayor control sobre sus pensamientos, más recursos personales para enfrentarse a ellos y que disponen de ayuda adicional. Ante los tropiezos la familia también juega un papel importante, por su forma de reaccionar y enfrentarse a ello. Lo mejor es informar y prestar la ayuda que se requiere.
Fuente: INJUVE

Cómo hacer una crítica a una conducta inadecuada de un enfermo de anorexia
Cuando un familiar va hacer una crítica, antes de emitirla, tendrá que tener en cuenta una serie de elementos o componentes:

- Es mejor no discutir, sobre todo de temas relacionados con la comida, ni utilizar críticas negativas.

- Recordar y tener presente que el objetivo de la crítica es corregir una conducta de la hija/o con el fin de ayudarles.

Así, es mejor dejar de lado ansiedades y emociones negativas como pueden ser el temor, el enfado, el estilo agresivo, etc.

- Tener la confianza de ser capaces de hacer una crítica autoafirmándose en lo dicho, con postura firme y con buenas maneras.

- Es importante que definan bien la conducta que quieren criticar y la discriminen de otras conductas. Es mejor no mezclar las cosas y dejar otras quejas para otro momento.

- Conviene definir bien la situación y el objetivo que se pretende: ¿qué quiero criticar? ¿basta con definir la conducta negativa o se pretende conseguir algún cambio por parte de la hija/o? ¿qué quiero conseguir?

- Tener en cuenta los aspectos no verbales de la conversación: el contacto visual, un volumen y un tono de voz adecuado, así como la velocidad adecuada mientras se está hablando y dar señales de que escuchan.

- Todos estos aspectos es mejor tenerlos preparados de antemano, para comprobar que su mensaje se ajusta y se corresponde con lo que verdaderamente quieren decirle. El tenerlo preparado aumenta la confianza y la probabilidad de tener éxito en la tarea propuesta.
Cómo resolver un problema con la persona enferma de anorexia- Reconocer que las situaciones problemáticas son un aspecto cotidiano de la vida.


- Al enfrentarse a un problema, es importante la actitud general con que se enfoca la situación problemática.


- Es muy apropiada la habilidad de reconocer con rapidez las situaciones problemáticas en cuanto aparecen.


- Es importante contar con el supuesto de que se puede intentar hacer frente a esas situaciones.


- Ante el problema se ha de estar dispuesto a parar y pensar primero, antes que actuar impulsivamente.


- Aprender y poner en marcha técnicas de resolución de problemas.


- Es conveniente implicar a la persona enferma en la resolución de los problemas.
Fuente: INJUVE




Para enfermar de anorexia han de reunirse múltiples factores individuales, sociales y familiares, que predisponen y precipitan la enfermedad. Y una vez establecida la enfermedad, ella misma se basta para mantenerse y continuar agravándose. En la anorexia puede aparecer un Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo o Trastorno por evitación.
Los factores más importantes que predisponen y facilitan la aparición de la enfermedad:



Características de personalidad: la baja autoestima, personalidad dependiente, falta de autonomía, gran necesidad de aprobación de los demás, dificultad en las relaciones interpersonales, dificultad en percibir su entorno con objetividad, problemas en la aceptación de las dificultades de la vida, sensación de ineficacia, sensación de fracaso y falta de control, poca tolerancia a la frustración, causándoles mucho malestar acompañado de síntomas de ansiedad o de depresión;

Condiciones familiares y la anorexia



No existe un patrón típico familiar que provoque la enfermedad de anorexia o bulimia sino que por el contrario, se afirma que hay una gran variabilidad entre las familias. En cambio, se ha confirmado que en las familias que ya existe la enfermedad, coincide que hay problemas de relación, de comunicación, de expresión afectiva, o desavenencias; o con problemas de alcoholismo o de depresión; o familias con dificultades en la resolución de conflictos.

La gran presión social sobre la delgadez y la anorexia


La gran presión social sobre la delgadez que se ha vivido en los últimos años con los medios de comunicación, la publicidad y la moda, al plantear el canon de belleza y la importancia en nuestra sociedad del culto al cuerpo y la veneración a los cuerpos delgados proponiendo metas de adelgazamiento.
Fuente: INJUVE




La baja autoestima y la anorexia
Para ello el adolescente realiza dietas muy restringidas, limitadas a unos pocos alimentos con la finalidad de perder peso, debido a un miedo intenso a ganar peso y a una alteración en la percepción de la forma y tamaño de su cuerpo, de su imagen corporal.

Consecuencias de la anorexia en la salud del adolescente

En la anorexia la mayoría de los problemas físicos que aparecen son consecuencia de la mala nutrición, de la restricción alimentaria y de la pérdida progresiva de peso, del uso abusivo de laxantes, diuréticos y el vómito.

En las jóvenes adolescentes, desaparece la menstruación. Aparece estreñimiento, sensación de plenitud y de hinchazón. Complicaciones renales y cardiovasculares siendo las más frecuentes la bradicardia y la hipotensión, hidroelectróliticas y arritmias.

En algunos casos de anorexia en adolescentes hay riesgo de muerte súbita.

Puede aparecer un aumento del vello, llamado lanugo, en brazos, piernas, hombros, espalda y cara. La piel del cuerpo se reseca y agrieta, se puede llegar a alcanzar una coloración amarillenta de piel en las de extremidades.

El cabello se seca, pierde brillo y cae abundantemente. Las uñas se vuelven quebradizas. Los huesos también se resienten, y puede producirse un estancamiento en el crecimiento y no llegar a alcanzar la talla previsible.

Las consecuencias psicológicas y del comportamiento de la anorexia

La persona que sufre anorexia presenta una gran insatisfacción y un nivel de autoestima muy bajo debido a las actitudes y pensamientos negativos que tiene hacia su cuerpo y hacia sí misma. La distorsión del pensamiento suele presentarse en forma de tremendas exageraciones, generalizaciones, en el sentido de todo o nada.

El carácter también cambia y se va mostrando más susceptible, más irritable y ansioso, con cambios bruscos en su estado de ánimo, perdiendo el interés por lo que le rodea.

Aparecen trastornos como la depresión, la ansiedad, la fobia, o pensamientos obsesivos, rituales y compulsiones.
En cuanto a su comportamiento, su forma de comer se lentifica, esparce la comida en el plato, la manosea, se pesa con frecuencia, palpa de forma repetida partes de su cuerpo, recoge información de recetas y calorías.
Fuente: INJUVE